EL TEMERARIO DE LA SOMBRILLA ROJA
POR: Karen Lorena Baron
Baron
En la ciudad de los Ángeles
está ubicado un pueblo en el que resalta la alegría y la amabilidad de las
personas. Así que decidimos los compañeros de 8º y 9º semestre pasar nuestras
vacaciones de primavera en este lugar. Pero nos encontramos con la inesperada
sorpresa el día que bajamos del avión, cuando observamos que aquel lugar ya no
quedaba sino desolación y las ruinas de las edificaciones las cuales causaban
asombro y preocupación.
Nos hospedamos en un hotel
de regular aspecto, de poca iluminación y olor a humedad, la persona que
administraba nos comentó que debido a los malhechores que acechan contra las
personas humildes y trabajadoras despojándolas de sus pertenencias y huyendo
como vil cobardes sin que las autoridades hagan algo al respecto. Por esto las
personas han preferido irse a otro lugar donde tengan seguridad y no teman por
sus vidas.
Además comentan que este
villano solo acostumbra a salir en las noches cuando todos ya están descansando,
dicen que es un hombre obeso, lleva puesto un abrigo verde, corbatín rojo al
igual que sus zapatos y su sombrilla, lleva también consigo una pipa. Su
aspecto causa miedo.
Así que quisimos comprobar
por nosotros mismos si en realidad esto era cierto. Al día siguiente salimos a
las diez de la noche. Cuando caminábamos por el parque de repente una voz
fuerte nos dijo: ¡Aléjense de aquí porque este territorio es mío!... Nosotros
estábamos asustados pero decidimos enfrentarlo haciéndonos los valientes y le
respondimos: ¡¡Por que tiene atemorizada la gente si usted sabe que esto es
ilegal, adueñarse de lo ajeno sin tener la mínima consideración con las
personas!!
Así que entréguese o
nosotros mismos nos encargaremos de atraparlo a la fuerza! El villano
respondió: ¡atrévanse! Y salió huyendo así que lo perseguimos por el callejón
oscuro y él con su sombrilla nos disparaba esto era increíble, y mientras corría
no vio la escalera con la cual tropezó y cayó al piso rendido. Lo atrapamos y
lo entregamos a las autoridades. Ya no había por qué temer así que las personas regresaron nuevamente al
pueblo al igual que la seguridad y la
confianza. Nosotros aprovechamos los días que nos quedaban para descansar y
luego regresamos nuevamente a la ciudad a retomar las clases. Nunca olvidaremos estas vacaciones….
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