lunes, 27 de abril de 2015

EL TEMERARIO DE LA SOMBRILLA ROJA

EL TEMERARIO DE LA SOMBRILLA ROJA

POR: Karen Lorena Baron Baron

En la ciudad de los Ángeles está ubicado un pueblo en el que resalta la alegría y la amabilidad de las personas. Así que decidimos los compañeros de 8º y 9º semestre pasar nuestras vacaciones de primavera en este lugar. Pero nos encontramos con la inesperada sorpresa el día que bajamos del avión, cuando observamos que aquel lugar ya no quedaba sino desolación y las ruinas de las edificaciones las cuales causaban asombro y preocupación.
Nos hospedamos en un hotel de regular aspecto, de poca iluminación y olor a humedad, la persona que administraba nos comentó que debido a los malhechores que acechan contra las personas humildes y trabajadoras despojándolas de sus pertenencias y huyendo como vil cobardes sin que las autoridades hagan algo al respecto. Por esto las personas han preferido irse a otro lugar donde tengan seguridad y no teman por sus vidas.
Además comentan que este villano solo acostumbra a salir en las noches cuando todos ya están descansando, dicen que es un hombre obeso, lleva puesto un abrigo verde, corbatín rojo al igual que sus zapatos y su sombrilla, lleva también consigo una pipa. Su aspecto causa miedo.
Así que quisimos comprobar por nosotros mismos si en realidad esto era cierto. Al día siguiente salimos a las diez de la noche. Cuando caminábamos por el parque de repente una voz fuerte nos dijo: ¡Aléjense de aquí porque este territorio es mío!... Nosotros estábamos asustados pero decidimos enfrentarlo haciéndonos los valientes y le respondimos: ¡¡Por que tiene atemorizada la gente si usted sabe que esto es ilegal, adueñarse de lo ajeno sin tener la mínima consideración con las personas!!

Así que entréguese o nosotros mismos nos encargaremos de atraparlo a la fuerza! El villano respondió: ¡atrévanse! Y salió huyendo así que lo perseguimos por el callejón oscuro y él con su sombrilla nos disparaba esto era increíble, y mientras corría no vio la escalera con la cual tropezó y cayó al piso rendido. Lo atrapamos y lo entregamos a las autoridades. Ya no había por qué temer así que  las personas regresaron nuevamente al pueblo  al igual que la seguridad y la confianza. Nosotros aprovechamos los días que nos quedaban para descansar y luego regresamos nuevamente a la ciudad a retomar las clases.  Nunca olvidaremos estas vacaciones….

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