EL
PADRE VALIENTE
POR: Claudia Adrada.
Ya hace mucho tiempo existió un gran hombre
que todos lo recuerdan por su gran valentía, amabilidad, humildad, astucia.
Todo empezó en pequeño pueblo muy lejano, en
la última casa de aquel pueblo, la cual era la más humilde, vivía un hombre con
su pequeña hija de 6 años de edad, el señor era un hombre muy trabajador, para
que nunca le faltara nada a su hija, y ella como todos los días se iba para la
escuela que siempre le quedaba lejos, las personas poco sabían de ellos porque
casi nunca salían de su humilde casa.
Como todos los días salieron los dos de la
casa, su padre al trabajo y la hija a la escuela, como siempre quedaron de
acuerdo en encontrarse a la hora del almuerzo, pero la niña nunca llego a casa,
su padre muy preocupado se fue rápido para la escuela, pero no le dieron razón
de ella.
Él no sabía qué hacer, esa tarde no fue al
trabajo y con ayuda de sus vecinos se fue a buscar a su hija, pero no la
encontró, se encerró en su casa con gran tristeza, hasta que sin darse cuenta
se durmió, un pequeño ruido lo despertó, le habían dejado una nota debajo de la
puerta que decía: Que si no le entregaba todo, mataría a su hija. Por detrás de
la hoja estaba la parte de un mapa, pero él no le puso mucha atención a eso.
Así sucesivamente le siguieron llegando
papeles con esas notas, hasta que formo un mapa. Pero esa noche llegaron unos
bandidos al pueblo, eran como cinco, él estaba ahí cuando los bandidos
agarraron una muchacha y él inmediatamente corrió a salvarla, venció a todos con
la fuerza de sus manos ya que con ayuda de su trabajo, el cual tenía que alzar
cosas muy pesadas, tenía unos grandes brazos, era un hombre acuerpado, ni él
mismo sabia como había hecho eso, ya que no era un hombre violento.
Al otro día la muchacha conto lo ocurrido,
pero nadie le creía, dudaban mucho de sus capacidades, y fueron a preguntarle a
él pero no estaba. Había madrugado para ir en busca de su hija, su camino fue
muy duro, le toco enfrentarse con ladrones, bandidos, delincuentes y mucho más,
pero él no quería ya que no le gustaban las guerras. Ya no tenía fuerzas para
continuar, pero de todos modos siguió. Hasta que un día se encontró con un
señor y le dijo que no siguiera con su
búsqueda ya que su hija había muerto, al parecer era un ayudante del señor que
había secuestrado a su hija pero al parecer el ayudante quería ver a su patrón
mal, ya que le indico donde vivía. Se llenó de ira y se fue enseguida, pero
allá solo estaba la mujer, segado por la ira mato a la señora y se llevó la
cabeza, salió de la casa y se quedó dormido al lado de un árbol, al despertar
no se acordaba de lo que había hecho, pero al ver esa cabeza en sus manos se
llenó de nervios y no sabía qué hacer, luego se acordó y no podía creer lo que
había hecho, había ido en contra de su
propia personalidad.
Esto llego a oídos del secuestrador y enfurecido hizo lo mismo, mientras el padre
seguía se trayecto se encontró frente a frente con el secuestrador y traía la
cabeza de su hija en las manos, lucharon
los dos cuerpo a cuerpo, hasta que quedaron en el suelo, pero en un
momento de agilidad, astucia del señor mato al secuestrador y le quito la
cabeza.
Ya cansado, triste por la pérdida de su hija
analizando todo lo que había hecho, de repente salió aquel hombre que le había
indicado donde era la casa del secuestrador y traía a su hija en los brazos, esa alegría y a la misma vez
asombro, sin saber si estaba alucinando a que, eso que algo indescriptible de
contar, y vivieron muy felices.
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