lunes, 20 de abril de 2015

EL PADRE VALIENTE.

EL PADRE VALIENTE

POR: Claudia Adrada.

Ya hace mucho tiempo existió un gran hombre que todos lo recuerdan por su gran valentía, amabilidad, humildad, astucia.
Todo empezó en pequeño pueblo muy lejano, en la última casa de aquel pueblo, la cual era la más humilde, vivía un hombre con su pequeña hija de 6 años de edad, el señor era un hombre muy trabajador, para que nunca le faltara nada a su hija, y ella como todos los días se iba para la escuela que siempre le quedaba lejos, las personas poco sabían de ellos porque casi nunca salían de su humilde casa.
Como todos los días salieron los dos de la casa, su padre al trabajo y la hija a la escuela, como siempre quedaron de acuerdo en encontrarse a la hora del almuerzo, pero la niña nunca llego a casa, su padre muy preocupado se fue rápido para la escuela, pero no le dieron razón de ella.
Él no sabía qué hacer, esa tarde no fue al trabajo y con ayuda de sus vecinos se fue a buscar a su hija, pero no la encontró, se encerró en su casa con gran tristeza, hasta que sin darse cuenta se durmió, un pequeño ruido lo despertó, le habían dejado una nota debajo de la puerta que decía: Que si no le entregaba todo, mataría a su hija. Por detrás de la hoja estaba la parte de un mapa, pero él no le puso mucha atención a eso.
Así sucesivamente le siguieron llegando papeles con esas notas, hasta que formo un mapa. Pero esa noche llegaron unos bandidos al pueblo, eran como cinco, él estaba ahí cuando los bandidos agarraron una muchacha y él inmediatamente corrió a salvarla, venció a todos con la fuerza de sus manos ya que con ayuda de su trabajo, el cual tenía que alzar cosas muy pesadas, tenía unos grandes brazos, era un hombre acuerpado, ni él mismo sabia como había hecho eso, ya que no era un hombre violento.
Al otro día la muchacha conto lo ocurrido, pero nadie le creía, dudaban mucho de sus capacidades, y fueron a preguntarle a él pero no estaba. Había madrugado para ir en busca de su hija, su camino fue muy duro, le toco enfrentarse con ladrones, bandidos, delincuentes y mucho más, pero él no quería ya que no le gustaban las guerras. Ya no tenía fuerzas para continuar, pero de todos modos siguió. Hasta que un día se encontró con un señor  y le dijo que no siguiera con su búsqueda ya que su hija había muerto, al parecer era un ayudante del señor que había secuestrado a su hija pero al parecer el ayudante quería ver a su patrón mal, ya que le indico donde vivía. Se llenó de ira y se fue enseguida, pero allá solo estaba la mujer, segado por la ira mato a la señora y se llevó la cabeza, salió de la casa y se quedó dormido al lado de un árbol, al despertar no se acordaba de lo que había hecho, pero al ver esa cabeza en sus manos se llenó de nervios y no sabía qué hacer, luego se acordó y no podía creer lo que había hecho, había ido  en contra de su propia personalidad.
Esto llego a oídos del secuestrador  y enfurecido hizo lo mismo, mientras el padre seguía se trayecto se encontró frente a frente con el secuestrador y traía la cabeza de su hija en las manos, lucharon  los dos cuerpo a cuerpo, hasta que quedaron en el suelo, pero en un momento de agilidad, astucia del señor mato al secuestrador y le quito la cabeza.
Ya cansado, triste por la pérdida de su hija analizando todo lo que había hecho, de repente salió aquel hombre que le había indicado donde era la casa del secuestrador y traía a su hija  en los brazos, esa alegría y a la misma vez asombro, sin saber si estaba alucinando a que, eso que algo indescriptible de contar, y vivieron muy felices.        

  

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