MI VISIÓN Y
MISIÓN
Por: Dannisa Gómez.
¿Qué harían ustedes si pudieran ver lo que yo veo?
Soy diferente, tengo un don especial, que muy pocos tienen, y
utilizan para el bien, tengo visiones o profecías de lo que le sucederán a las personas.
Mi niñez y mi adolescencia no fueron tan normales, cuando
descubrí este don, no entendía nada de lo que sucedía conmigo solo me
atormentaban visiones, que alteraban mi comportamiento, aparte de no saber qué
hacer con el don o maldición que tenía, no existía nadie que me explicara lo
que sucedía conmigo.
Me acostumbré a vivir con eso hasta cierto punto de mi vida,
en el que empecé a utilizar este don para beneficio de los demás, la primera
que aparecería en mi vida era Emily, era mi compañera de curso y me parecía muy
guapa, en una oportunidad que tuve de hablar con ella y verla a los ojos, se me
presentó una visión muy clara de un suceso que cambiaría todo, en ese momento
entendí que mis visiones eran más claras cuando veía a las personas a los ojos,
me marché con mucho temer porque lo que le sucedería a Emily cambiaría mi vida.
Con el tiempo Emily y
yo, nos fuimos acercando y hubo un punto en el que estábamos viviendo
juntos, me concentré tanto en ella que olvide mis visiones, mis problemas,
olvide todo, solo era ella, incluso olvide lo que le sucedería, pero no sabía
que ese momento se acercaba. Un día Emily salía del trabajo, había llovido toda
la tarde y aún seguía lloviendo, ella se dirigía a casa y en la autopista por
la tormenta no pudo visualizar un auto que se dirigía en sentido contrario, el
choque fue tan fuerte que Emily sufrió una muerte instantánea. Mientras tanto
yo me encontraba en casa esperándola, cuando llegaron a informarme la noticia y
a contarme cómo sucedieron los hechos, caí en cuenta que fue exactamente igual
a como yo lo había previsto, fue el peor día de mi vida y me sentí culpable al
no haber evitado tal tragedia.
Debido a todo lo que paso pude entender que éste don lo podía
utilizar para el beneficio de los demás. Me encontraba en el trabajo, cuando se
acercó un cliente y lo vi angustiado, lo mire a los ojos y tuve una visión. En
aquella visión pude ver como aquel hombre encontraba como única salida el
suicidio al no tener dinero, ni trabajo y dejaría sola a su esposa y a su hijo.
Cuando él se fue, mi turno terminaba, y decidí seguirlo sin que él se diera
cuenta. Él se dirigía a un puente, yo me le acerque y le hable, le dije que yo
podía ayudarlo buscando otras soluciones, que esa no era la única salida, él se
asustó un poco, pero yo le explique todo. Él dudo un poco pero accedió a mi
ayuda; hice todo lo que estuvo a mi alcance para ayudarlo, después de haber
resuelto su problema, él me abrazo y con lágrimas en los ojos me dijo una frase
que nunca se me olvidará; “Usted vino a este mundo a ser el ángel guardián de
personas como yo, muchas gracias”.
Esa frase me marco tanto, que ahora las personas me llaman
como su ángel guardián. Y entendí cuál era mi misión en la vida.

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